¡Vaya sorpresa nos hemos llevado esta mañana!
Cuando hemos llegado hemos encontrado una carta y un cuento en la puerta de las clases, pero la sorpresa ha sido aún mayor cuando hemos abierto la puerta y hemos comprobado que... ¡TODO ESTABA HECHO UN DESASTRE! ¡Qué horror! Las sillas tiradas, la fruta de la cocinita por el suelo, los rotuladores tirados...
Aunque no sabíamos qué había pasado, entre todos decidimos que lo mejor era ordenar la clase lo primero.
Después nos juntamos las dos clases y leímos la carta, para intentar descubrir qué pasaba.
El cuento nos ha encantado, pero es que Renata en su carta también nos pedía perdón por dejar desordenada nuestras clases y nos invitaba a desayunar.
Eso nos pareció muy buena idea, hasta que leímos el menú:
1º plato: menestra de sangre con dedos de los pies.
2º plato: brochetas de arañas y ranas.
Postre: huesos caseros al horno con 💩.
¡Qué horror! ¡Qué caras hemos puesto!
Pero a pesar de eso, primero las profes y luego los niños decidimos empezar a probar los ricos manjares que nos ha dejado la bruja.
Estaban... ¡riquísimos! y no ha quedado naaaaaaaa.
Ya hemos perdonado a la BRUJA RENATA por haber desordenado todo y queremos que vuelva pronto a cocinar.
¡A lo mejor las brujas no son tan malvadas!
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