Después de la tempestad... llega el veranillo de San Martín, y menos mal, así hemos podido hacer nuestra salida del otoño al entorno.
Antes de salir hay que recordar las normas para poder ir:
agarrado del compañer@,
ir en el tren sin despistarnos (todavía nos cuesta un poco),
mucho cuidado al cruzar la carretera, y no ir por el carril bici.
¡Lo hemos hecho muy bien!
Al principio fuimos a un bosque: "El bosque conmemorativo de árboles singulares" en el campus universitario. qué arboles tan raros y diferentes, los hemos visto, tocado con cuidado y cogido las hojas y frutos del suelo.
Hemos tomado el almuerzo en los bancos de cemento y parecíamos universitarios, apenas se notaba la diferencia de edad ni de tamaño. porque ya nos hemos hecho muy mayores.
Un poco separado estaba el árbol más bonito y otoñal que nunca habíamos visto. Hemos llenado una bolsa de sus hojas verdes, amarillas, naranjas y rojas. Nos ha encantado.
Más abajo había un roble con otras hojas muy diferentes y marrones, y hasta un madroño con frutos.
Para terminar hemos jugado con las hojas, haciendo lluvia, y en una pequeña rampa hemos rodado como croquetas.
La vuelta nos ha costado un poco porque veníamos agotados. Ha merecido muuucho la pena, y como les ha gustado y se han portado genial, repetiremos otra excursión seguro.
Para que veáis que es cierto todo lo contado os dejamos unas fotos.
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